Remoto o presencial, he ahí el dilema.

Tinkin
5 min readApr 3, 2023

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Corrían finales del año 2019 cuando en Tinkin nuestras tareas se desarrollaban como el estándar de una empresa de desarrollo de software. Paredes decoradas con motivos geek, una cafetería con snacks, un nintendo switch para nuestros momentos de relajación, pizarras en todas nuestras paredes, una sala de reuniones y una vista increíble de la zona centro norte de Quito. Todo esto acompañado de momentos de trabajo en equipo, en donde simplemente podías levantarte e iniciar una conversación grupal para aclarar dudas sobre cualquier tema, muchas veces “interrumpiendo” los momentos "Pomodoro" que eran fácilmente identificables al ver a nuestros compañeros haciendo uso de sus audífonos.

Oficinas Tinkin — Edificio Almagro Plaza, Quito — EC

En su momento, no teníamos idea de lo que se venía para el mundo, en especial a los cambios en la modalidad de trabajo, ya que pese a tener flexibilidad de horarios, el equipo de Tinkin mantenía una rutina de viaje desde casa a una oficina física.

En el 2020 hicimos lo que muchas empresas, cerramos las puertas de nuestras oficinas físicas para abrir las puertas a un nuevo espacio en donde nuestra disponibilidad estaba determinada por el LED verde en el router que indicaba que teníamos conexión a internet.

Para Tinkin, como para muchas empresas tecnológicas, se habían abierto nuevas oportunidades de crecimiento, ya que esa “nueva normalidad” fue la que aceleró la digitalización de muchos negocios y procesos. Y a través de esa aceleración muchas startups requirieron un partner tecnológico que les ayudara con su crecimiento.

Al no tener un espacio físico que nos limite, pudimos sumar nuevos talentos, no solamente en distintas ciudades del Ecuador sino también en México, Argentina y Perú. Talentos que no hubiéramos podido encontrar si nuestra “normalidad” se hubiera mantenido.

Claramente otros retos venían de la mano de esos cambios en aspectos como la organización individual, un respeto estricto al tiempo personal y laboral que fueron sumamente necesarios para mantenernos productivos en este home office. Y fue ahí cuando ciertos detalles imperceptibles empezaron a evidenciarse, como el tiempo desperdiciado en viajes a la oficina o a reuniones de trabajo, la puntualidad con la que se podía iniciar una reunión y lo eficiente que podía volverse si se llegaba con una agenda preparada y un tiempo específico.

Por otro lado también perdíamos esa facilidad de acercarnos a cualquier compañero para hacerle preguntas o simplemente rebotar ideas, ahí se puso en juego otro elemento valiosísimo que muchas veces no se aprovecha como es la comunicación. Trabajar solos en casa, con tu equipo en remoto, te reta a mantenerte vinculado, concentrado y sobre todo motivado.

Herramientas como Slack, Teams o Discord mantenían la comunicación, nunca Whatsapp. Por preferencias del equipo decidimos separar las conversaciones de trabajo en una plataforma diferente a la herramienta que usamos para conversaciones personales. Por otro lado Zoom, Teams y Google Meets eran usados para las video llamadas con el equipo y las startups que apoyamos, pero la herramienta que nos facilitó mantener el vínculo constante sin que se sienta que estás en una videoconferencia permanente fue Gather, un entorno virtual que simula un espacio de trabajo con oficinas privadas, espacios abiertos, cubículos, escritorios, pizarras, juegos y avatares personalizables, todo un entorno que emula la interacción de los videojuegos de los 90’s, como The Legend of Zelda, dándote la facilidad de buscar a ese compañero que puede tener respuestas a tus dudas o con quien quieres darte un par de minutos de conversación.

A la izquierda oficina de Gather de la tribu UX de Tinkin

Al finalizar el primer trimestre del 2023 y ahora que esos días de conmoción mundial quedan como recuerdos, algunas empresas han decidido volver a la presencialidad, otras manejan un esquema híbrido con días presenciales y días de home office. Sin embargo, para Tinkin y los “Tinkiners” (así es como llamamos a nuestros talentos) resultó totalmente eficiente el mantenernos 100% remotos. Hemos validado que al romper las paredes de los espacios físicos encontramos una excelente oportunidad para colaborar con startups y sumar talentos de distintos puntos geográficos que han aportado no solo con un excelente nivel profesional, sino también, con traernos esa diversidad de culturas que han hecho de Tinkin un partner ideal para apoyar a startups y a sus equipos en Latinoamérica.

¿Y cuál es la mejor receta? Si crees que lo adecuado es el esquema por el que Amazon o Twitter han optado decidiendo volver a la total presencialidad, la pregunta que deberías hacerte es: ¿qué funciona mejor para mi startup y mi equipo? Los indicadores de compromiso, atención, motivación y eficiencia de nuestros Tinkiners es en extremo satisfactoria y las startups a quienes tenemos la oportunidad de acompañar se ven guiadas por talentos que, con la limitación de una ubicación física, no tendrían la oportunidad de trabajar.

Y como conclusión, así como un mismo traje no es para todos los cuerpos, entonces deberás usar el que mejor se acomode a tu figura y si debes forzarlo no es para ti. Por lo tanto, el trabajo remoto demanda un esfuerzo adicional de disciplina, pero conlleva otros beneficios, que a nuestro modo de ver, son muchos más que los que obtendríamos al aplicar la modalidad de trabajo presencial.

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