Crear una startup es un proceso emocionante y desafiante, pero también puede ser una montaña rusa. Hay muchos desafíos en los que hay que centrarse y es fácil perder de vista las prioridades. Muchas veces, los fundadores se sienten abrumados por la cantidad de trabajo que se requiere y no saben por dónde empezar. Sin embargo, hay una metodología que puede ayudar a las startups a superar estos desafíos: Lean UX.
Lean UX es una metodología de diseño centrada en el usuario que se enfoca en crear productos digitales de manera rápida y eficiente. El procedimiento se basa en los principios del libro Lean Startup de Eric Ries y de las Metodologías Ágiles, y se enfoca en la colaboración y el trabajo en equipo.
En este artículo, te mostraremos algunos de los conceptos clave de Lean UX y cómo los aplicamos con nuestros equipos dedicados.
La metodología de Lean UX enfatiza la importancia de la colaboración entre miembros del equipo con diferentes habilidades y perspectivas.
En Tinkin contamos con equipos ágiles listos para trabajar y acoplarse a los equipos internos de nuestros clientes para optimizar procesos y capacitarlos. Algunos de los perfiles que integran los equipos son Product Managers, Diseñadores UX/UI, Desarrolladores, entre otros.
De esta forma, ayudamos a garantizar que el producto se enfoque en las necesidades y deseos del usuario mientras se consideran otros factores importantes, como la viabilidad técnica y la rentabilidad del proyecto.
Además, realizamos reuniones como Dailies y Plannings para saber en qué está trabajando cada uno, cómo continuar el proyecto, en qué avanzar y en qué podemos ayudarnos. Otra de las reuniones que hacemos son los Hand-off para que los diseñadores expliquen al resto del equipo cómo son los flujos y, de esta forma, validar también la factibilidad técnica. Compartir nuestro trabajo, proceso, inquietudes e ideas públicamente puede crear un ambiente pasivo y lleno de información.
Otro de los principios de Lean UX es trabajar enfocados en resolver problemas en vez de implementar funcionalidades. Esta mentalidad estimula a los miembros del equipo a profundizar en el problema y les permite aportar sus propias ideas y soluciones. Para lograr un objetivo final de manera eficiente, identificamos y eliminamos todo aquello que no contribuye a alcanzarlo. Al enfocarnos en la resolución de problemas, podemos lograr una mayor eficacia y eficiencia en el proceso de desarrollo, así como mejores resultados finales para los usuarios.
La incorporación del usuario en el proceso de desarrollo y diseño de un producto es esencial para entender cómo éste se utiliza y por qué. Es importante que el usuario se involucre en todas las etapas del proceso, ya que es un enfoque continuo y repetitivo. Una de las metodologías que usamos son las pruebas de usabilidad para comprender mejor a los usuarios y poder tomar decisiones con base en lo que ellos dicen y piensan. Estas pruebas nos permiten ver cómo interactúan con el prototipo, para que podamos detectar errores o puntos de mejora.
Crear una primera versión del producto nos permite descubrir problemas y limitaciones que no se habían previsto durante la planificación. De esta forma, podemos ajustar y mejorar nuestro enfoque en tiempo real. Es importante recordar que nosotros no somos los usuarios, por lo que es fundamental testear, analizar y entrevistarlos para poder empatizar mejor con ellos e ir iterando nuestro trabajo.
Lean UX también nos habla del permiso a “fallar”. Para poder encontrar las mejores soluciones, es necesario que el equipo experimente con diferentes ideas, aunque muchas de ellas puedan no ser las indicadas. La experimentación conlleva a la creatividad, y en consecuencia la creatividad brinda soluciones innovadoras.
Creemos fuertemente que una de las mejores formas de aprender es haciendo, y parte de ese hacer es equivocarse. Somos muy conscientes que a veces se aprende más del error que del acierto, por eso celebramos nuestros errores porque son parte de nuestro crecimiento.
Como conclusión, el enfoque Lean UX puede ser una herramienta muy útil para las startups ya que permite ahorrar tiempo y recursos al priorizar las tareas. Es una forma de diseñar productos digitales de manera rápida y eficiente, enfocándose en la priorización, la colaboración y el trabajo en equipo. Recuerda que el proceso de diseño es iterativo y nunca termina. Siempre hay espacio para mejorar y ajustar tu producto o servicio en función de las necesidades cambiantes de los usuarios, y del negocio.
